Bolas energéticas: receta rápida para recargar energía donde quieras

No sé tú, pero para mí, las provisiones en una caminata descomunal —o en el senderismo en general— ¡no son un asunto menor! Por muy primitivo que parezca, cuando estoy de bajón, la idea de un sabroso tentempié en mi mochila puede animarme al instante. Por eso siempre pienso bien qué llevar.

Por cierto: ¿sabías que la comida sabe hasta un 35% mejor durante una excursión?

Lleva solo lo que realmente te guste. Siempre he seguido este consejo y me lo agradezco mucho. Recuerdo muy bien las excursiones con mis padres cuando era niña. No me entusiasmaban las caminatas largas y, si además en la mochila aparecían esas extrañas galletas de sésamo y espelta que metía mi madre, el día se me hacía eterno.

Con el tiempo, descubrí que mis provisiones sabían mejor cuando las preparaba yo misma. Si te interesa, en el artículo Bocadillos para la Marcha del Mamut? Hazlo tú mismo (calvo en línea), encontrarás dos recetas deliciosas y fáciles de barritas energéticas.

Hoy te traigo otra receta que ni siquiera requiere encender el horno: bolas energéticas hechas con frutos secos, nueces y, básicamente, cualquier otro ingrediente que te guste. Es una receta muy versátil: puedes eliminar lo que no te convenza o no toleres y sustituirlo por otros ingredientes.

Estos “bocaditos crudos sin hornear”, como también se les conoce, son veganos y te aportan la energía que necesitas en una excursión. La combinación de carbohidratos y grasas saludables ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y, lo que es casi más importante… ¡están riquísimos!

Ingredientes (para unas 40 bolas energéticas):

  • 100 g de avellanas
  • 100 g de anacardos
  • 200 g de albaricoques secos
  • 100 g de arándanos rojos (alternativa: pasas sultanas)
  • 50 g de dátiles deshuesados
  • 250 g de copos de avena (blandos)
  • 60 g de coco rallado
  • 2 cucharadas de cacao (o proteína en polvo con sabor a chocolate si quieres un extra de proteínas)
  • ½ cucharadita de canela o vainilla molida
  • Sirope de dátiles, sirope de arce o miel (al gusto)
  • 1 cucharada de aceite de coco
  • un poco de zumo de limón para darle un toque fresco
  • 2 zanahorias (alternativa: manzanas)

También necesitarás:

  • Una batidora potente (o frutos secos ya molidos y algo de paciencia)
  • Rallador de verduras
  • Una cuchara para helado (opcional, pero útil)

Si omites algún ingrediente, ajusta la cantidad de otro para mantener la consistencia de la masa.

Cómo preparar las bolas energéticas:

Pica las avellanas y los anacardos en una batidora. Ponlos en un bol grande.

  1. Pica los frutos secos y añádelos al bol con los frutos de cáscara molidos.
  2. Pela y ralla las zanahorias (o manzanas) y agrégalas a la mezcla.
  3. Añade el resto de ingredientes.
  4. Mezcla bien hasta obtener una masa uniforme. Puedes amasar con las manos o usar una batidora de mano. Si la mezcla está demasiado seca y no se mantiene unida, añade un poco de agua, más sirope o aceite de coco. También puedes amasar más tiempo para liberar la grasa de los frutos secos y conseguir una textura más pegajosa.
  5. Forma bolitas. Para que sean del mismo tamaño, puedes usar una cuchara para helado o hacer un rollo largo con la masa y cortarlo en porciones pequeñas. Si quieres, reboza las bolas en cacao en polvo o coco rallado para darles un toque extra. ¡La presentación también cuenta!
  6. Guárdalas en la nevera envueltas en film transparente. Duran unos 7 días refrigeradas, pero si omites la zanahoria o la manzana, se conservan varias semanas. También puedes congelarlas y sacarlas cuando las necesites.

Si pruebas la receta, ¡cuéntanos qué te ha parecido!

Autora: Brit Weirich

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